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<<Noi esserrri umani siamo tutti quanti dei pagliacci. Prrretendiamo di andarrre a impadrrronirrrci di nuovi pianeti nell’univerrrso, quando non siamo nemmeno in grrrado di sopravviverrre sul pianeta terrrra. Vogliamo tutti quanti prrrenderrrci sul serrrio? Ma andiamo! Più di duemila anni fa un poverrraccio figlio di un falegname e di una verrrginella si è prrreso molto sul serrrio e perrr che cosa? È morrrto inutilmente sulla crrroce perrr volerrre di ipocrrriti ebrrrei, forrrse anche in grrran parrrte omosessuali. Ancorrra oggi quegli esserrri sprrregevoli, che dicono da millenni, di esserrre il popolo prrrescelto da Dio, li vedi scorrrrazzarrre in girrro con in testa il Kippah. Crrristiani, ebrrrei e omosessuali stanno porrrtando il mondo alla derrriva. Non vedo l’orrra di diventarrre padrrrone dell’Italia, il Rrre, e vedrrrete che, a mio confrrronto Saltini è uno scolarrretto che avrrrà solo da imparrrarrre come si fa a comandarrrre tutti gli stupidi italiani, pecorrrroni che devono esserrre solo mandati al pascolo, con un cane che li deve farrre solo starrre buoni, buoni nel lorrro terrrritorrrio.>>
– <<Los humanos somos todos payasos. Pretendemos apoderarnos de nuevos planetas en el universo, cuando ni siquiera podemos sobrevivir en el planeta Tierra. ¿Queremos todos prrrrrr en el serrrium? ¡Vamos! Hace más de dos mil años, un pobre hombre, hijo de un carpintero y de una virgen, se prrrrrrvió mucho en el serrario, ¿y pararr qué? Murió innecesariamente en la crrrrce porrr la voluntad de los hebrristas hipócritas, quizás incluso en gran parte homosexuales. Incluso hoy en día, esos seres despreciables, que han afirmado durante milenios ser el pueblo elegido de Dios, todavía se pueden ver corriendo con la Kippah en la cabeza. Los cristianos, los judíos y los homosexuales están llevando al mundo por el mal camino. Me muero de ganas de convertirme en el amo de Italia, en el Rey, y verás que, en comparación conmigo, Saltini es un pequeño colegial que sólo tendrá que aprender a mandar a todos los estúpidos italianos, ovejas que sólo deben ser enviadas a pastar, con un perro que sólo debe hacer que se queden bien, bien en la terra. –
En un lugar secreto, entre Bérgamo y Brescia, se celebraba el “briefing de Satán”. Así lo llamó el teniente Mazzucchelli, jefe de la brigada móvil de Milán. Tuvo que absorber, en cada reunión, las delirantes declaraciones del príncipe Montero, con su marcada “erre moscia”. Y cada vez, pensó con sarcasmo, cómo decía la palabra judíos: ebrrrei, que pronunciada así, daba precisamente un sentido despectivo que equivalía al menos a diez blasfemias, dirigidas al siempre históricamente acosado pueblo. Pero para el corrupto de las fuerzas del orden, realmente valía la pena. Sabía muy bien que en el momento en que cayera el ayuntamiento de Milán y el príncipe de Prezzemolo tomara posesión como nuevo alcalde, podría dimitir como jefe de policía, porque tenía garantizado ser concejal de seguridad y teniente de alcalde. El siguiente paso sería convertirse en gobernador de Lombardía.
En el “briefing de Satán” había otros personajes destacados “a sueldo” de Montero: el comendador Tagliabue (director de un importante instituto de crédito milanés); un rico notario de Bérgamo (el doctor Cipriani); el juez Sartori del Tribunal de Pavía y, por último, incluso un sacerdote: De Lorenzis Monseñor de Monza.
Todos ellos como el teniente Mazzucchelli: no sólo fueron sobornados para siempre, con dinero, por el príncipe Montero, sino también con la aspiración, garantizada por él, de ocupar puestos aún más altos que los que ya ocupaban. Y todos ellos, sentados alrededor de una mesa redonda, volvieron a escuchar las palabras de Montero:
<<Dentro de unos días recibiré el prrremiso del alcalde de Milán del Abrrrogino d’orrro, por la enorme aportación económica que he realizado a favor de la construcción del nuevo centro hospitalario de Assago para el tratamiento de tumores infantiles. ¿Pero te das cuenta? Me prrrrrecia una prerrogativa de la que voy a derribar. Aquel al que le usurrrr el puesto de prrrr ciudadano, ja ja ja.
Alorrrrra Mazzucchelli, ¿estás listo para poner en acción a los “Escuadrones de Francotiradores”? >>
<<Ciertamente Príncipe, dentro de tres días darán el golpe, como siempre, a la misma hora y esta vez las dos localizaciones serán: Piazza Castello y Piazzale Loreto. Habrá mis hombres de confianza de guardia para vigilar estas zonas, mientras que otros vagabundos inútiles serán masacrados. Puedes confiar en mí que esta vez, al ser lugares más expuestos, despertarán más alboroto y crearán más indignación en el pueblo de ‘Milano bene’ y así verás que seguramente lograremos derribar a este estúpido ayuntamiento mayoritario del ‘Movimiento Dos de Picas’. Y comenzará el ascenso de nuestro nuevo partido ‘Esperanzas Democráticas’.>>
Mientras el teniente terminaba su frase, el Príncipe se levantó y le hizo una señal con la mano a un hombre que estaba al fondo de la sala para que se acercara también a ellos. Era el ordenanza que empujaba una pequeña mesa con ruedas, llevando vasos de cristal y un cubo de acero brillante con una botella y hielo dentro. Pasaron unos segundos, los suficientes para arrebatar la botella al camarero, verter el vino en seis copas y distribuirlo a todos los presentes, que observaban en religioso silencio, como si fueran testigos de un rito sagrado.
El Príncipe, que había estado de pie todo el tiempo, levantó su copa invitando a todos a levantarse y dijo
<<¡Hagamos, allorrra, un buen brindis por el Partido de las Esperanzas Democráticas!
A LA FIESTA DE LA ESPERANZA DEMOCRÁTICA
Todos dijeron al unísono.
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Speranze Letterarie 